Historia Alternativa
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La Guerra del Sur fue un conflicto bélico que enfrentó a los reinos de Quito y Perú entre el 2 y el 23 de noviembre de 1903. El resultado fue la pérdida de los departamentos costeros de Túmbez y Piura de manos peruanas, mientras que Quito perdió el cantón de Valladolid, en la Sierra.

Antecedentes[]

El 26 de junio de 1902 se produce un pequeño enfrentamiento bélico en el puesto fronterizo de Angostero. Una tropa de 40 soldados peruanos ingresan en territorio quiteño por la noche, pero son detectados por un pelotón de 30 soldados quiteños acantonados en el fuerte. La misiva diplomática enviada por el Parlamento solicitando una explicación al gobierno de Perú fue respondida como si el hecho hubiese sido un accidente provocado por la pérdida de los soldados peruanos en la oscuridad de la noche mientras realizaban maniobras de entrenamiento.

El 28 de junio un segundo enfrentamiento, esta vez con un mayor número de hombres en el lado peruano (100) fue repelido prontamente por la tropa fronteriza quiteña de 60 hombres apostada en el Castillo de Causana. La búsqueda de una explicación diplomática no tuvo respuesta, por lo que el primer ministro quiteño Antonio Borrero sospecha de un plan de ataque del Perú contra el Imperio.

El 5 de julio el Parlamento quiteño aprueba la movilización de más de 15.000 hombres para resguardar la frontera sur. Por su perte, el 15 de julio, Perú moviliza un contingente de 17.000 hombres a la frontera quiteña. Ambos bandos aluden los movimientos del otro para justificar sus decisiones. La tensión se mantiene por más de un año, con dos ejércitos listos para la batalla a cada lado de la frontera, pero sin realizar ninguna acción.

Desarrollo de la Guerra[]

Batalla de Valladolid[]

La madrugada del 3 de noviembre de 1903, aprovechando que parte de las tropas quiteñas habían regresado a casa por el Día de Difuntos, un escuadrón de 220 hombres del ejército peruano, comandado por el Gral. Marco López, ingresa sigilosamente en territorio quiteño y ataca la localidad de Valladolid, en la Sierra. Los 115 soldados quiteños apostados en un precario puesto militar, son tomados totalmente por sorpresa mientras descansaban y aunque en un inicio logran repeler el ataque, con el pasar de las horas ven mermada su escuadra a solo 40 hombres, Los pocos soldados que escapan a la matanza huyen hacia el Fuerte de Catamayo.


Batalla de Zarumilla[]

Las tropas quiteñas de Zarumilla, dirigidas por el Gral. Celiano Córdova, pudieron enfrentar de mejor manera la sorpresiva intentona peruana que también tuvo lugar la madrugada del 3 de noviembre de 1903, pues el cambio de guardia de los soldados se realizaría el día siguiente y por lo tanto contaba con más de 700 efectivos totalmente frescos para la batalla, que sumados a los 700 que habían hecho guardia aquel mes, superaban ampliamente a los 900 soldados peruanos comandados por el Gral. Luis Manuel Moscoso.

Para la tarde del 3 de noviembre las tropas del Gral. Córdova se alzaban con la victoria con un saldo de 120 hombres fallecidos en sus filas y 465 en las filas peruanas, que debieron replegarse rápidamente hacia la ciudad de Túmbez, desde donde solicitaron refuerzos.


Batalla de Túmbez[]

El 5 de noviembre las tropas quiteñas al mando del Gral. Córdova deciden ingresar en territorio peruano y avanzar hacia las inmediaciones de la ciudad de Túmbez donde el mermado ejército peruano de 430 hombres, que se habían replegado hacia la ciudad tras el fracaso en Zarumilla, les hizo frente. Para la tarde del 6 de noviembre la derrota peruana era inminente, pero llegaron 300 hombres de refuerzo que lograron resistir por más tiempo debido a que estaban aún frescos. La mañana del 6 de noviembre los 1.100 quiteños se alzaron con la victoria de la Batalla de Túmbez, obligando a los pocos hombres en pie a refugiarse en la ciudad.

Finalmente, para la noche del mismo 6 de noviembre, el nuevamente mermado batallón peruano prepara la defensa de la ciudad como su última alternativa de supervivencia mientras un nuevo contingente de hombres se encontraba aún a un día de camino. La mañana del 7 de noviembre, los quiteños ingresan en la ciudad y toman prisioneros a los pocos soldados peruanos que aún se encontraban con vida, obligando al Gral. Moscoso a firmar la Capitulación de Túmbez, que significaría la entrega de la ciudad al imperio quiteño.


Declaratoria mutua de Guerra[]

Las noticias de los sorpresivos ataques peruanos llegaron a Quitburgo el 9 de noviembre, y ese mismo día el Parlamento declara oficialmente la guerra. Por su parte, el Congreso peruano hace lo mismo el 11 de noviembre. Un punto en común en ambas declaratorias de guerra fue que ninguna de las partes aceptaría la mediación extranjera, pues sentían que sus derechos básicos estaban siendo violados por el otro.


Batalla de Loja[]

El 10 de noviembre por la tarde las fuerzas peruanas del Gral. López son reforzadas con la llegada de 300 hombres comandados por el Gral. Enrique de la Torre; sumando un total de 480 soldados. La mañana del 11 de noviembre alcanzan las inmediaciones de la ciudad de Loja, donde son encontradas por un contingente quiteño de 470 hombres al mando del Gral. Francisco Urdaneta que logran repeler el avance peruano, aunque deben protegerse tras las murallas de la ciudad cuando llega la noche.

La mañana del 12 de noviembre, una gran sorpresa se llevan los quiteños cuando descubren que los soldados peruanos han cambiado de objetivo durante la noche, y ahora marchan hacia Catamayo, que cuenta con apenas 200 hombres en el fuerte. Las tropas del Gral. Urdaneta emprenden el viaje hacia Catamayo, no sin antes dejar un pequeño contingente para resguardar la ciudad de Loja, a la que en medio día arribaría un contingente de 300 hombres provenientes de Cuenca.


Batalla de Piura[]

El 16 de noviembre el ejército quiteño del Gral. Córdova alcanza la ciudad de Piura, donde es recibido por 300 soldados peruanos sin una verdadera figura de mando al frente, por lo que la desorganización e improvisación se vuelven en su contra. Tras casi seis horas de batalla, los 110 hombres peruanos que aún se mantenían en pie deciden replegarse nuevamente hacia el sur. El Gral Córdova declara la ciudad abandonada por el gobierno de Perú y la toma en nombre del Imperio de Quito; de igual forma el 20 de noviembre firma la Capitulación de Paita, suscrita con las autoridades del Cabildo de esa ciudad, vecina de Piura.


Batalla de Catamayo[]

El 21 de noviembre las tropas acantonadas en el Fuerte de Catamayo se enfrentan por tercera ocasión con los soldados peruanos del Gral. López. Un contingente llegado desde Zaruma logra tornar la balanza a favor de los quiteños y López se repliega hacia Valladolid, donde recibe un nuevo grupo de soldados con los que regresa a Catamayo, pero esta vez con las órdenes del Rey de Perú para firmar el fin de la Guerra, que les había costado la pérdida de Túmbez y Piura.

Concecuencias[]

La Guerra del Sur dejó como resultado la pérdida de Túmbez y Piura para el Reino de Perú, que pasaron a convertirse en Grandes Ducados del Reino de Azuay, parte integrante del Imperio de Quito. Por su parte, la pérdida del cantón Valladolid, de manos quiteñas, significó una suerte de consuelo para Perú, que justificó con su adhesión el costo de la guerra.

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