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El Diluvio, también conocida como Guerra Escandinavo-Polaca de 1655 o Guerra Ruso-Polaca de 1654 es un conflicto militar ocurrido a mediados del Siglo XVII y que representa el final de la Crisis de 1640 además del declive de la República de las Dos Naciones junto con el inicio de una era dorada para Rusia.
Antecedentes[]
El principal detonante de la guerra se encuentra en 1648, cuando en Polonia-Lituania ocurre la Rebelión de Jmelnytsky. Dicha rebelión se inicia como una revuelta de la nobleza cosaca, aunque otros sectores como la Iglesia ortodoxa, campesinos, burgueses y la pequeña nobleza se unieron a ella, con el objetivo último de crear un estado cosaco autónomo. La rebelión consiguió el fin de la influencia de la Mancomunidad sobre las tierras cosacas, pero efectivamente transfirió estos territorios de la esfera polaca a la influencia rusa.
El líder cosaco, Bogdán Jmelnitski, consigue en Alejo I de Rusia su principal apoyo extranjero, ofreciéndole su lealtad como recompensa. A pesar que en 1651 el Zemsky Sobor era favorable a aceptar a los cosacos dentro de la esfera de influencia de Moscú, e iniciar la guerra contra Polonia, el zar esperó hasta 1653, cuando la nueva Asamblea Popular prácticamente autorizó la reunificación entre los eslavos orientales. Después de que los cosacos ratificaran el tratado en la Rada de Pereyáslav, la guerra ruso-polaca fue inevitable.
Inicio de la Guerra[]
En julio 1654 el ejército ruso de 41.000 hombres liderados por Yákov Cherkasski, Nikita Odóevski e Iván Jovanski capturó las fortalezas fronterizas de Bely y Dorogobuzh y puso sitio a Smolensk.
La posición rusa en torno a Smolensk estaba en peligro mientras el gran hetman de Lituania, el príncipe Janusz Radziwill conservase Orsha, una fortaleza situada algo al oeste y que contaba con una guarnición de diez mil soldados. Por ello, Cherkasski la conquistó; sus fuerzas, al mando de Yuri Baryátinski, obligaron a Radziwill a retirarse en la batalla de Shklov, que se libró cerca dela población homónima el 12 de agosto. Radziwill fue derrotado nuevamente doce días después, en la batalla de Shepelévichi. Después de un asedio de tres meses, Smolensk se rindió a los rusos el 23 de septiembre.
Mientras tanto, el príncipe Alekséi Trubetskói que mandaba el flanco sur del ejército ruso penetró en Ucrania desde Briansk. Conquistó rápidamente el territorio entre el Dniéper y Berézina: Trubetskói se adueñó de Mstislavl y Róslavl y sus aliados ucranianos tomaron Gómel. En el flanco norte, Vasili Sheremétev partió de Pskov y se apoderó de las ciudades lituanas de Nével el 1 de julio; Pólatsk el 17 de julio y Vítebsk el 17 de noviembre.
Entonces las tropas del zar se abalanzaron sobre la Livonia polaca y conquistaron Ludza y Rezekne. Al mismo tiempo, las fuerzas combinadas de Jmelnitski y el boyardo ruso Fiódor Buturlín avanzaron contra Volinia. Pese a las intensas desavenencias entre ellos, antes de final de año se había apoderado de Ostrog y Rovno.
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Tras los primeros movimientos rusos, las noticias de la guerra se extendieron por Europa y uno de los primeros monarcas en enterarse de esto fue Federico III de Escandinavia; quien rápidamente se percató de que sus territorios en Estonia corrían peligro al estar la zona polaca de Livonia ocupada por Rusia y no tener una guarnición estable allí.
Al principio Federico tuvo la intención de formar una alianza con el monarca polaco Estanislao Potocki, pero no se siguió adelante por el conflicto de intereses de ambos sobre los territorios del Báltico. Posteriormente se debatió en la corte la idea de intervenir del lado de Rusia, pero se descartó cuando en otoño de 1655 detonó la Guerra de Independencia Finlandesa y el Zar Alejo I acudió en ayuda del Baron Gustav Evertsson Horn.
Finalmente Federico aprobó los presupuestos de un ejercito comandado por Carl Gustaf Wrangel, un noble sueco de buen renombre que no tardaría en avanzar hacia Gdansk con sus 20.000 soldados, muchos de ellos veteranos tras haber luchado en Gran Bretaña contra los ingleses durante la Rebelión Irlandesa.
Gracias a la connivencia de Brandeburgo que permitió a las tropas escandinavas desplegadas en Alemania cruzar su territorio, los escandinavos acometieron a los polaco-lituanos desde una dirección inesperada: el oeste. Los veteranos escandinavos del general Arvid Wittenberg desbarataron a los mil quinientos peones profesionales y trece mil jinetes de las levas de los nobles polaco-lituanos y obtuvieron su rendición en Ujście el 24 de julio de 1655.
A continuación, Carl Gustaf Wrangel desembarcó con refuerzos y condujo al ejército al interior de Polonia. Tras vencer de nuevo al enemigo en Piątek, entró en Varsovia, que Estanislao I había abandonado. Tras batir a este nuevamente en el territorio de la Pequeña Polonia, Wrangel derrotó a los restos de los ejércitos polaco-lituanos y Esteban Czarniecki rindió Cracovia; Estanislao Potocki se refugió en Silesia.
La Guerra de Independencia Finlandesa[]
La Guerra de Independencia Finlandesa fue un conflicto bélico desarrollado entre 1655 y 165* dentro del contexto de la Crisis de 1640 por sus características particularistas. La causa de la contienda fue principalmente causada por el descontento de la nobleza finlandesa contra los impuestos que imponía el rey para financiar su campaña militar en Polonia y Rusia.
Fue provocada principalmente por el Barón Gustav Evertsson Horn, Gobernador General de Estonia, quien además firmaría una alianza con el Zar Alejo I de Rusia para derrocar al rey escandinavo del poder en Finlandia y Estonia.
La alianza entre el Gobernador General de Ingria y el Zar se realizó en 1655, casi un año después de que el Barón Gustav recibiese su ascenso. El Barón Rebelde tenía la intención de apoderarse de Finlandia y Estonia e independizarlas de la corona escandinava, y por otro lado Alejo I sentía la necesidad de recuperar sus territorios perdidos de Kola y Carelia. El alzamiento se dió finalmente en otoño de 1655.
Tregua de Vilna[]
Gustav Evertsson Horn
Tras la entrada de Escandinavia a la guerra, el diplomático ruso Afanasi Ordín-Nashchokin abrió negociaciones con los polacos y firmó un armisticio, la Tregua de Vilna, el 2 de noviembre. Después de eso, las fuerzas rusas se tornaron para avanzar sobre el Ducado de Estonia, vasallo de Escandinavia, donde el Barón Rebelde (como en la época llamaban a Gustav Evertsson Horn, Gobernador General de Estonia) se enfrentaba con el Conde Per Brahe el Jóven, quien era Gobernador General de Finlandia.
Durante las negociaciones con los polacos en agosto de 1656, los rusos exigieron que se aceptase al zar como heredero del trono polaco-lituano, algo que conculcaba las leyes de la república. Pese a que los polacos rechazaron la candidatura del zar, sugirieron que podrían aceptar la de su hijo, si bien con unas condiciones que equivalían a descartar a su padre.
Aunque los polaco-lituanos se decidieron a regañadientes a debatir la elección de Alejo como heredero al trono en la sesión del Parlamento de 1658 (principalmente por la gravedad de la situación política por las victorias escandinavas) la intensa oposición acabó por desbaratar la idea, lo que produjo que se mantuviesen las hostilidades entre rusos y polacos.
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Per Brahe el Jóven
Tras la firma de la Tregua de Vilna entre Rusia y Polonia-Lituania el Zar Alejo I tornó su atención sobre Estonia y Finlandia, donde el rifirrafe entre Gustav Evertsson y Per Brahe era cada vez más intenso; además, gracias a los espías rusos en Copenhague el Zar recibió noticias de un ejército de 20.000 soldados comandados por Anders Bille que avanzaban a través de las Islas Åland para eliminar a los pequeños ejércitos de nobles particularistas finlandeses que habían decidido apoyar al Barón Evertsson.
Un ejército de 40.000 rusos se apresuró a tomar el Ducado de Estonia y avanzar al norte, donde hicieron frente a los refuerzos escandinavos en la batalla de Helsingfors, de donde salieron victoriosos. Muy inteligentemente el Zar decidió apartar a Escandinavia de la guerra; sabía que Federico III tenía mejor armamento y podría alzar más soldados en poco tiempo por lo que aprovechando el arrase inicial y con la ayuda de algunos persistentes diplomáticos austriacos logró apartar a los Escandinavos, que se centraron en acabar la guerra con Polonia.
Paz de Reval[]
La Paz de Reval fue el tratado de paz a través del cual se finalizó la Guerra de Independencia Finlandesa y terminó con las hostilidades entre Rusia y Escandinavia por un largo periodo de tiempo.
Los términos de paz eran bastante cortos y se resumían en la entrega de los territorios de Kola y Carelia a Rusia junto con el pago de reparaciones de guerra. Por su parte, el Zar dejaba de dar su apoyo al Barón Rebelde, que pronto sería derrotado por el Conde Per Brahe y el General Anders Bille.
Secesiones en la República[]
Janusz Radziwiłł
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En el este, las tropas lituanas no paraban de perder contra rusos y cosacos y entonces Janusz Radziwiłł, gran hetman de Lituania que mantenía tensas relaciones con rey y grande duque de Lituania Estanislao Potocki declaró la unión con Escandinavia tras mantener largas conversaciones con Federico III.
Radziwiłł no fue el único que abandonó las filas polacas: muchos nobles polacos, como el vice canciller de la Corona Hieronim Radziejowski y el gran tesorero de la Corona Bogusław Leszczyńesquí, que consideraban a Estanislao un rey débil también pidieron al monarca escandinavo la unión. El Voivoda de Poznań Krzysztof Opaliński entregó la Gran Polonia a Federico III, y pronto otros voivodas también se pasaron a las filas del soberano escandinavo.
La Reconquista de Esteban Czarniecki[]
Esteban Czarniecki fue un noble y general de la República de las Dos Naciones quien durante su carrera consiguió alzarse desde la baja nobleza hasta altos cargos como los de Hetman de Campo de la Corona.
La administración escandinava, que impuso confiscaciones y requisas y permitió en ocasiones la profanación y el saqueo de iglesias católicas, atizó la resistencia de polacos y lituanos. Ya en el otoño de 1655, las bandas formadas por nobles, burgueses y campesinos expulsaron a los suecos de algunas zonas remotas del país. El siguiente revés para los suecos fue la sublevación del Hetman de Campo Esteban Czarniecki que formó una liga de nobles contraria a la ocupación, la llamada Confederación de Tyszowce.
Esteban Czarniecki
En Jasna Góra, los escandinavos tuvieron que retirarse, mientras Estanislao Potocki atizaba el descontento con los ocupantes y se concertaba con los tártaros de Crimea contra sus enemigos. La explotación escandinava y rusa de Lituania suscitó levantamientos campesinos, que facilitaron que el hetman de campo lituano Wincenty Gosiewski expulsase a los suecos del territorio durante 1659.
Ducado de Prusia[]
Cuando los escandinavos se apoderaron de Malbork, Federico Guillermo I de Brandeburgo, preocupado por conservar Königsberg, se coligó con ellos. Para entonces, la conquista del territorio parecía completa, pues apenas quedaban algunos puntos aislados que todavía resistían a los suecos, entre ellos Gdansk y el monasterio de Jasna Góra, cercano a Częstochowa.
Tratado de Oliva[]
El Tratado de Oliva fue un tratado de paz firmado en la ciudad de Oliwa cerca de Danzig en la Prusia Real, provincia de la Mancomunidad Polaco-Lituana, el 3 de mayo de 1659. Los signatarios fueron el rey Estanislao Potocki, el elector Federico Guillermo I de Brandeburgo y el rey Federico III de Escandinavia. Intervinieron en la paz Francia y el Archiducado de Austria.
Aunque Escandinavia se mantenía todavía victoriosa en la guerra, el Consejo Real no predecía avances positivos para el ejército nórdico por lo que presionó al monarca Federico a pedir la paz con los polaco-lituanos; de esta manera se abrieron contactos diplomáticos entre ambos países para pactar la paz.
La propuesta inicial escandinavia se vió demasiado escandalosa para el rey Estanislao puesto que obligaba a la República de las Dos Naciones a liberar el Gran Ducado de Lituania y lo que serían los territorios bajo administración polaca de Kiev. De esta manera el monarca polaco-lituano decidió reenviar la propuesta de paz a Copenhague con ciertos cambios que fueron aceptados por el monarca Federico III. De esta manera ambos monarcas se reunieron en Oliwa para firmar los siguientes puntos del tratado:
- La República de las Dos Naciones se compromete a entregar los territorios del Ducado de Livonia y Curlandia además de ceder cualquier reclamación sobre dichos territorios.
- Se reconoce la soberanía de los Hohenzollern de Brandeburgo sobre el Ducado de Prusia, que se mantendría bajo gobierno de Brandemburgo hasta que su dinastía se extinguiese; en cuyo caso volvería a manos polacas.
- Se liberará el Estado Cosaco de Kiev bajo el gobierno de Ivan Briukhovetsky.
- El Reino Unido de Escandinavia se compromete a no inmiscuirse en ningún conflicto militar polaco-lituano que no afecte de manera directa a su soberanía.
- Se firmará una tregua por un mínimo de 50 años.
