Historia Alternativa
Registrarse
Advertisement

El Imperio austrohúngaro, Monarquía austrohúngara o simplemente Austria-Hungría (en alemán: Österreichisch-Ungarische Monarchie; en húngaro: Osztrák-Magyar Monarchia), fue un Estado europeo creado en 1867 tras el llamado Compromiso austrohúngaro, por el cual se reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio austríaco.

Austria-Hungría en Europa

Características[]

En 1910 el Imperio tenía una extensión de 675 936 km² y una población de 52 800 000 habitantes, siendo considerado una de las grandes potencias europeas y mundiales,​ destacando especialmente por su prestigio cultural, artístico e intelectual. Sus capitales eran las ciudades de Viena y Budapest.

Historia[]

Desde 1867 el Imperio fue denominado austrohúngaro en razón de la igualdad entre ambos estados. El nombre oficial del Imperio se traduce como: 'Los Reinos y Territorios representados en el Consejo Imperial y los Territorios de la Santa Corona Húngara de San Esteban' (en alemán: Die im Reichsrat vertretenen Königreiche und Länder und die Länder der Heiligen Ungarischen Stephanskrone y en húngaro: A Birodalmi Tanácsban képviselt királyságok és országok és a Magyar Szent Korona országai).

Austría-Hungría acuerdo

Compromiso de 1867 en Austria (rojo) y Hungría (amarillo) y Bosnia y Herzegovina (verde) a partir de 1878 bajo la gestión conjunta

Administración[]

La monarquía dual se dividía en una serie de 20 Estados que formaban parte de Austria o de Hungría, excepto Bosnia-Herzegovina que estaba bajo administración conjunta. La frontera quedó fijada en el río Leitha, por lo que Austria recibía el nombre de Cisleitania y Hungría el de Transleitania.

Divisiones internas[]

La división entre Austria y Hungría era tan marcada que no había una ciudadanía común: uno era un ciudadano austriaco o un ciudadano húngaro, nunca ambos.

El Reino de Hungría siempre había mantenido un parlamento separado, la Dieta de Hungría, con su propio primer ministro.

A pesar de que Austria y Hungría compartían una moneda común, eran entidades fiscalmente soberanas e independientes.

Los partidarios magiares (húngaros) de la unión austro-húngara de 1867, creían que este pacto garantizaba la unidad territorial húngara frente a los anhelos de sus vecinos y de las minorías y que le concedía el estatus de gran potencia. Sus adversarios políticos, en cambio deseaban una mayor autonomía de Austria, o directamente, la independencia. El Partido Liberal y su sucesor, Partido del Trabajo Nacional, aglutinaron a los que deseaban el Ausgleich, la unión con Austria, y manipularon una y otra vez los mecanismos electorales para perpetuarse en el "poder", ya que en el escaso censo que podía votar (el 7%), el Ausgleich era claramente impopular. Ni que decir tiene que la autoridad imperial apoyaba a los liberales húngaros para que mantuviesen tranquilos a sus conciudadanos. La oposición, incapaz de acceder al gobierno magiar, por tener bloqueados los resortes de poder los liberales, de momento recurrió cada vez más a la obstrucción de la normalidad parlamentaria haciendo uso del reglamento de la cámara, que lo permitía.

Austria-Hungria mapa

La corrupción y los sobornos de los que hacían gala los liberales, dirigidos por la familia Tisza, garantizaron durante estos años las victorias electorales del Partido Liberal. Los Tisza controlaban totalmente el Partido, en realidad la comandita partidaria de Tisza, y de su misma clase social aristocrática.

El conde Esteban Tisza de Borosjenő fue un político húngaro que ejerció el cargo de primer ministro de Hungría desde 1903 a 1905 y de 1913 a 1914.

Hubo agitación política durante la acumulación de cada renovación del acuerdo. Las disputas culminaron a principios del siglo XX en una prolongada crisis constitucional.

Autogolpe[]

En 1905 con el desalojo de los liberales del gobierno magiar, el Emperador no tuvo más remedio que enfrentarse a unos adversarios nacionalistas que estaban en contra de la unión con Austria.

El Emperador Francisco José como no quería dar su brazo a torcer, no quiso hacer concesiones al nacionalismo magiar, que ya extendía sus tentáculos incluso dentro del ejército. Y tomó la resolución que toman los autócratas cuando se encuentran con una oposición bien organizada y ante una situación política que se le iba de las manos: en un golpe de estado, disolvió por la fuerza el Parlamentosuspendió la constitución e impuso un gobierno militar con un general al frente.

Fue desencadenado por el desacuerdo sobre qué idioma usar para el mando en las unidades del ejército húngaro, y se profundizó con el advenimiento al poder en Budapest en abril de 1906 de una coalición nacionalista húngara.

Nuevas elecciones[]

Por fin, tras 15 meses de tensiones, hubo acuerdo, y se convocaron nuevas elecciones.

La Coalición opositora que había vencido en 1905, volvió a hacerlo en 1906, y el Emperador le encargó la formación de gobierno, y la ampliación del sufragio, algo que no gustó a ninguno de los partidos oligárquicos magiares, por el más que probable aumento de la influencia de las minorías étnicas y de los socialistas en la política del país, y mostraron su nacionalismo contra éstas

Reformas[]

Las renovaciones provisionales de los acuerdos comunes ocurrieron en octubre de 1907 sobre la base del status quo.

Se llevaron a cabo un par de reformas importantes, con el objeto de calmar la situación interna:

  • Entra en vigor el sufragio masculino directo para todo hombre mayor de 24 años en Austria.
  • Primeras elecciones en Austria con sufragio universal directo. Nuevo compromiso entre Austria y Hungría.

Quizás fue una buena jugada política imperial para dividir a los húngaros. En 1908, fracasó el proyecto de reforma electoral, lo que ocasionó el fin de la Coalición, cuyos miembros se fueron a defender diferentes proyectos políticos. La oposición durante estos años sufrió un ataque de frustración y de impotencia ante el control de los resortes del poder en Hungría de los que hacía gala el liberal Tisza. Dicha frustración iría en aumento.

Anexión de Bosnia-Herzegovina[]

Pero la agitación no se detuvo allí, sino que se agravó por las apetencias expansionistas en los Balcanes ⇒ Anexión de Bosnia-Herzegovina. Una de las peores crisis llegó cuando el Emperador Francisco José I tomó la determinación de anexionarse Bosnia-Herzegovina, el 6 de octubre de 1908, tal y como le autorizaba el artículo 25 del Tratado de Berlín (13 de julio de 1878). Si bien se pretendía detener la cada vez mayor violencia de los separatistas serbios, en realidad, la anexión no hizo más que azuzarlos contra el Imperio, y muy bien pudo haberse iniciado una Gran Guerra en ese momento.

Serbia, indignada ante esta actuación, que ponía fin a sus aspiraciones nacionalistas de la Gran Serbia, movilizó sus tropas. Rusia, sintiéndose engañada por Austria en lo referente a sus aspiraciones de dominar el Bósforo y los Dardanelos, apoyó a Serbia. Los ingleses convocaron una conferencia internacional, que Austria rechazó por temor a resultar vencida. Italia, por su parte, suscribió un acuerdo secreto con Rusia (Tratado de Racconigi) para mantener el statu quo en los Balcanes. Alemania mantiene su «fidelidad nibelunga» (sic) hacia Austria, aunque contiene al conde Franz Conrad von Hötzendorf, jefe del estado mayor de Austria, en sus intentos de declarar la guerra a Serbia, a la vez que convence a los rusos para que se echen atrás. Con ello triunfó la política alemana, que haría frente común con Austria, su único aliado seguro.

Relación con Italia[]

La opinión pública italiana no se mostraba entusiasmada con la alineación de su país con Austria-Hungría, un enemigo de la unificación italiana en el pasado, y cuyos distritos poblados italianos en Trentino e Istria fueron vistos como territorios ocupados por irredentistas italianos. Muchos distinguidos analistas militares predijeron que Italia atacaría a su supuesto aliado en caso de un conflicto a gran escala. Se dudó de la adhesión de Italia a la Triple Alianza y, a partir de 1903, el Estado Mayor austriaco mantuvo nuevamente los planes para una posible guerra contra Roma. Las sospechas mutuas llevaron al refuerzo de la frontera y la especulación en la prensa sobre una guerra entre los dos países.

El canciller alemán tuvo que presionar a Austria-Hungría y a Italia para apaciguar este conflicto de intereses en esa región.

Durante la Guerra de la Liga Europea o Guerra al Otomano, los responsables de la política exterior austrohúngara se negaron a permitir la expansión serbia en el Adriático, rechazo que recibió el apoyo de Alemania, su aliado de la Triple Alianza, no así de Italia, la otra aliada: persistía el problema por los intereses contrapuestos sobre el dominio del Trentino entre Austria-Hungría e Italia. Además en esa guerra, Italia colaboró con Serbia, y esto hizo evidente el deterioro de las relaciones entre el imperio y el Reino de Italia. 

Como resultado de esa guerra, Montenegro obtuvo parte de Albania e Italia el protectorado sobre el resto. 

Durante la guerra, el conde Franz Conrad von Hötzendorf defendía un ataque militar preventivo contra el supuesto aliado italiano de Austria. Esta predicción se vio reforzada por la invasión y anexión de Libia por parte de Italia, lo que la puso en conflicto con el Imperio Otomano respaldado por Alemania.

Relación con Rumanía[]

Rumanía y Austria-Hungría se comprometieron a ayudarse mutuamente en caso de un ataque ruso, serbio o búlgaro. Había, sin embargo, varias disputas entre los dos países, siendo la más notable la política de Magiarización de la población rumana de Transilvania.

La minoría rumana agrupada en el Partido Nacional Rumano de Transilvania y el Banato, dirigido por Iuliu Maniu, presentó un plan para reestructurar los territorios austrohúngaros para formar unos «Estados Unidos de Austria». Pero sectores más radicalizados (y el mismo Maniu posteriormente) bregaron por la idea de la unión de Transilvania con el Reino de Rumania.

Austrohúngaro etnias

Repercusiones[]

La muerte del Archiduque Franz Ferdinand de Austria, heredero al trono de Austria-Hungría, durante la Masacre de Londres provocó una conmoción en la estructura del imperio, agravada por la constante tirantez entre el poder central y las minorías separatistas (checos, serbios, italianos y rumanos).  El odio de los separatistas serbios por la anexión de Bosnia-Herzegovina llevó a festejar públicamente el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria (sobrino de Francisco José I y heredero imperial).  

Durante los primeros años del siglo XX, el aumento de los sentimientos nacionales y los movimientos laborales contribuyeron a las huelgas, protestas y disturbios civiles en el Imperio.

Por otra parte, existían cada vez más sentimientos contrapuestos entre austriacos y húngaros.  Así, los austriacos respondieron al apoyo húngaro de los checos apoyando el movimiento nacional croata en Zagreb.

Guerra civil austro-húngara[]

El 7 de junio de 1913 Tisza recibía el encargo del emperador de formar un nuevo gobierno, logrando formar un gabinete.  Durante su segundo mandato las dudas y vacilaciones del primero desaparecieron, usando Tisza del aparato estatal sin contemplaciones y extendiendo el control de su partido a todas las instituciones públicas.

Mientras tanto, los húngaros entablaban serias conversaciones con un objetivo: la independencia.

El principal grupo conspirador estaba formado por Sándor Simonyi-Semadam,  Gyula Justh, Márton Lovászy, Sándor Ernszt, Sándor Wekerle, el Conde Mihály Károlyi de Nagykároly y el barón Géza Fejérváry de Komlós-Keresztes.

Un nuevo desplante de Tisza en sus negociaciones con los húngaros fue la chispa que encendió la mecha...

Así, el 15 de Marzo de 1914 (aniversario de la Revolución de 1848), los complotados dieron inicio la Guerra civil austro-húngara.

Fin del Imperio[]

Tratado de Viena[]

El 5 de Octubre de 1914 se firma en Viena el tratado homónimo entre Austria, Hungría y Croacia, Eslavonia, Dalmacia y Bosnia-Herzegovina. Austria reconocía la independencia de ambos reinos pero permanecían ligados militar y económicamente. Se facilitaría el intercambio de la población que así lo deseara.

Reparto de Austria mapa

Reparto de Austria-Hungría

Golpe germánico[]

Así las cosas, el Imperio Alemán apoyado por círculos pangermánicos en Austria, dan un golpe de estado el 7 de octubre, el anciano emperador  Francisco José I es obligado a abdicar y recluido en el Palacio Imperial de Hofburg, suponiendo el fin de la dinastía de la Casa de Habsburgo-Lorena. Mientras tropas alemanas ocupan sin resistencia los principales puntos fronterizos, se proclama desde Berlín la unión (Anschluss) de los restos del Imperio Austríaco (Kaisertum Österreich) al Imperio Alemán.


Véase También[]

Advertisement