La Revuelta de Denver se refiere a la sangrienta rebelión que se desencadó en dicha ciudad del estado norteamericano de Colorado durante marzo de 1911, hecho enmarcado en la huelga general estadounidense decretada por los obreros en respuesta a la acción violenta de la oligarquía plutocrática.
Historia[]
Entre 1880-1895 esta ciudad minera experimentó un gran aumento de la corrupción, con mafiosos trabajando con la connivencia de los oficiales electos y la policía, controlando las elecciones, el juego y las bandas.
En 1910 su población alcanzaba los 213.381 habitantes.
En 1901 estalló una huelga de mineros en Telluride que consiguió un salario mínimo estándar para estos. Nuevamente, en 1903 estalló otra huelga que encuadró a casi todos los mineros no solo de Telluride, sino que se generalizó a todo Colorado, con epicentro en Denver y sus alrededores. La huelga fue alentada incluso por el reverendo Thomas Hagerty, para protestar por la acción de las grandes compañías, que abusaban de los mineros, en convivencia con la policía. Las grandes corporaciones incluso llegaron a contratar a la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton con el objeto de perseguir a los huelguistas, tal el caso de Vincent Saint John, presidente de la Western Federation of Miners (WFM) durante los sucesos de Telluride en 1901.
El Garrote de Oro[]
Las grandes corporaciones o trust industriales habían ido creando monopolios en industrias estratégicas (los correos, los ferrocarriles, etcétera), hasta convertirse en una especie de casta social superior e impenetrable, bien parapetada por su control del Gobierno, la policía, el ejército y los tribunales de justicia. En resumen, una verdadera plutocracia, que ha pasado a la Historia como "El Garrote de oro".
Elecciones[]
En las elecciones del 8 de Noviembre 1910, los obreros del Partido Socialista de América y los agricultores pobres del Partido Agrario obtienen escaños en el Parlamento por primera vez. Pero los oligarcas, revelando cada vez más abiertamente sus planes hegemónicos, ponen una serie de trabas legales, con el contubernio del sistema judicial dominado por ellos, para anular sus iniciativas y deslegalizar su mandato. En este contexto, los obreros y los campesinos intentan organizarse para hacer acción política contra el Senado.
El golpe[]
En respuesta, "El Garrote de oro" preparó un atentado fraudulento en el Congreso de los Estados Unidos, a través del cual pueden acusar a los socialistas, imponer el estado de sitio e iniciar una vigorosa represión general, y prácticamente abolir la democracia.
Así el 4 de Marzo de 1911, una bomba estalla en el Senado, causando la muerte de varios congresistas del Partido Demócrata, entre ellos James Beauchamp Clark, lider de la bancada opositora.
Resistencia obrera[]
Los mineros de Colorado se organizaron para una ejercer una resistencia y se concentraron en Denver a mediados de marzo, tratando de seguir el ejemplo de Chicago. El alcalde de la ciudad, Robert W. Speer se puso al frente de la represión sin dudarlo. Dio órdenes a la policía de que "cada zaparrastroso, cada mendigo, cada minero o socialista..." debía ser arrestado.
Sin embargo, los mineros armados con sus herramientas de trabajo (incluyendo explosivos) ofrecieron una férrea resistencia.
Se armaron barricadas y se hicieron fuertes en los barrios al sur de la avenida Jewell (Marston, Fort Logan, Harvey Park y College View) y en el noreste (Montbello, Northeast Park Hill y Stapleton). Fallaron los intentos de los mineros en establecer una comunicación directa entre ambos focos.
Pronto hicieron su aparición los escuadrones de mercenarios apodados "Praetorians" (pretorianos).
Otro escenario de combates fue la zona de Union Station, donde los ferroviarios se atrincheraron. Lucharon hasta el último hombre pero la superioridad armamentística y numérica fue decisiva. Solo algunos se rindieron y fueron detenidos.
Para el 20 de marzo toda la resistencia había cesado en los barrios del noreste.
El 21 de marzo Robert W. Speer fue asesinado por un anarquista que fue inmediatamente abatido por la policía. Fue sucedido por William Fitz Randolph Mills. Éste, si bien estaba comprometido con las grandes corporaciones, propuso a los mineros una tregua y una amnistía si abandonaban la lucha armada.
Algunos aceptaron pero fueron ultimados apenas depusieron las armas el día 23.
Los ferroviarios rebeldes alojados en barracas de la estación ferroviaria que habían escapado de sus captores, fueron fusilados en cuanto se entregaron, a pesar de las promesas que recibieron.
Esto provocó un recrudecimiento de la lucha.
Tropas federales, acompañadas por pretorianos y la policía local, finalmente acabaron con los últimos reductos rebeldes el 31 de marzo.
Consecuencias[]
Se calculan en 200 los muertos, 1500 heridos, millares de detenidos y millones de dólares en daños a hogares y negocios.
La ley marcial y el toque de queda fueron impuestos hasta 1913.
Véa También[]
| ||||||||
