Historia Alternativa
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Parte de la Crisis de 1640.

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Combatientes

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Comandantes

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Fuerzas

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La Rebelión Irlandesa fue un alzamiento militar que comenzó la noche del 23 de Octubre de 1641 con un intento de Golpe de Estado por parte de la aristocracia católica que poblaba la isla de Irlanda, pero se convirtió en un conjunto de actos de violencia entre los nativos del país y los colonos procedentes de Inglaterra y de Escocia.

Su comienzo fue a través de una sucesión de situaciones de violencia y caos que continuaron durante varios meses, hasta que las clases terratenientes, junto al clero, formaron la Confederación católica en el verano de 1642. Una vez organizada la resistencia, esta confederación se convirtió en el gobierno de facto en la mayoría de la isla, libre del control del estado inglés.

Causas[]

El inicio de la insurrección lo provocó el temor que los irlandeses sentían ante una inminente invasión por parte de las fuerzas anticatólicas del Parlamento largo inglés y de los Covenanters escoceses. Las raíces de la contienda se asientan en la incapacidad por parte del estado inglés de asimilar la élite nativa irlandesa durante el despertar de la reconquista Tudor y de la colonización del país.

Colonialismo[]

Durante el siglo XVII la conquista del país estuvo marcada por colonizaciones a gran escala, notablemente en Ulster y Munster. Consistieron en expropiaciones masivas de tierras a terratenientes irlandeses que se habían rebelado contra la corona inglesa, y en ocasiones de sus trabajadores. Estos bienes pasaron a manos de colonizadores ingleses o escoceses. Los términos de las expropiaciones, particularmente en Ulster, fueron muy duros para los nativos: se les prohibió comprar o arrendar tierras en la zona colonizada, y también trabajar en aquellas que eran propiedad de colonos. El resentimiento que la colonización causó sobre las gentes, constituyó uno de los motivos principales que dieron lugar a la revuelta.

Religión[]

La mayoría de las clases superiores no se oponían ideológicamente a la soberanía del rey inglés sobre Irlanda, pero reivindicaban su condición de súbditos completos de la triple monarquía y mantener su prominente posición en la sociedad. Esto no les fue concedido por dos factores: primero por su disidencia religiosa, y segundo por la amenaza que les cernía debida a la extensión de la colonización. La religión oficial de los tres reinos era el protestantismo. No atender a los servicios de la iglesia protestante era punible con multas recusantes; y la práctica pública de otra religión, punible con arresto. Los católicos no podían ostentar altos cargos de estado o servir bajo cierto rango en el ejército. El consejo privado irlandés estaba dominado por los anglo-irlandeses protestantes. En 1613 ajustaron la constitución para permitir representantes ingleses y escoceses, lo que resultó en una mayoría de protestantes en el parlamento de Irlanda. Los protestantes dominaban la administración y aprovechaban todas las oportunidades para confiscar más posesiones a los nativos, cuestionando los títulos que de éstas poseían para así abrir el paso a sus colonizadores.

En respuesta, los irlandeses propusieron lo que se llamó Las Gracias, que consistían en apelar directamente al rey, primero a Jacobo I y después a Carlos I, solicitando plenos derechos como súbditos y la tolerancia de su religión. En varias ocasiones pareció que era posible un acuerdo, y los monarcas concedieron sus peticiones a cambio de aumentar los impuestos. Sin embargo, los nativos se vieron decepcionados cuando después de 1630 al pagar los gravámenes, Carlos pospuso la implementación efectiva de sus demandas. Incluso a finales de 1630, Tomás Wentworth, el representante del rey en la isla, lanzó una nueva ronda de colonizaciones.

Comienzo de la Rebelión[]

Los planificadores de la insurrección fueron un pequeño grupo de terratenientes, principalmente gaélicos, que procedían de la intensamente colonizada provincia de Ulster. De acuerdo a su estrategia, Hugh MacMahon y Conor Maguire debían apoderarse del castillo de Dublín, mientras que Phelim O'Neill y Rory O'Moore habrían de tomar Derry y otras ciudades septentrionales. El plan, que se iba a ejecutar el 23 de octubre de 1641, dependía casi exclusivamente del factor sorpresa, debido al escaso poder militar de los rebeldes. Confiaban en controlar varios objetivos el tiempo suficiente para poder llevar a cabo sus demandas en el resto del país. De todos modos, el plan para aprovecharse sangrientamente de adquirir poderío, se vino abajo cuando las autoridades de Dublín fueron informadas del complot por parte de un protestante llamado Owen O'Connolly y arrestaron a Maguire y a MacMahon.

Cuadro de la Rebelión Irlandesa

Mientras tanto O'Neill tomó con éxito varios fuertes en el norte de la isla, alegando que actuaba en nombre del rey. Todos estos eventos escaparon rápidamente al control de quienes los habían instigado. Los ingleses respondieron enviando tropas bajo el mando de los comandantes Charles Coote y William St Leger a zonas que se encontraban en poder de los rebeldes, en los condados de a zonas que se encontraban en poder de los rebeldes, en los condados de Wicklow y Cork respectivamente; actuando ambos de una manera brutal y excesiva contra la población católica; que contribuyó a que ésta se uniese a la rebelión.

Por otro lado, el desglose de la autoridad estatal en Ulster impulsó una nueva hornada de ataques generales de nativos contra ingleses. Inicialmente, los rebeldes no atacaron a los colonizadores escoceses, pero al continuar la rebelión, éstos se convirtieron también en blanco de ataques. Phelim O'Neill y otros líderes insurgentes trataron de parar los ataques, pero fueron incapaces de controlar a los campesinos locales. Durante meses se expandieron los alzamientos comunales por el resto del país. Muchos Lords católicos que habían perdido tierras o temían ser desposeídos de ellas, se unieron a la revuelta y participaron en las contiendas contra los colonizadores. Sin embargo, en este punto, las escaramuzas consistían más en linchamientos y saqueo de bienes que en asesinatos. Los ataques populares no finalizaban normalmente con pérdidas de vidas, los insurgentes no se proponían acabar con la vida de sus víctimas. De todos modos, siempre resultaban fatídicos puesto que los rebeldes se veían envueltos en confrontaciones cara a cara con personas que conocían desde hacía tiempo. Una ofensiva típica consistía en un grupo que sitiaba a una familia protestante, y les exigía a punta de cuchillo que entregasen todas sus pertenencias. Las matanzas ocurrían cuando los protestantes se resistían.

Las motivaciones populares para declararse en rebeldía eran demasiado complejas. Entre los nativos, existía el deseo de revertir las colonizaciones; otro de los factores desencadenantes consistió en el agudo antagonismo hacia la cultura y la lengua inglesa, que había sido impuesta en el país. Un tercer factor consistió en el antagonismo religioso. Los rebeldes se identificaron conscientemente como católicos y justificaron el alzamiento como medida defensiva contra la amenaza protestante que fomentaba la extirpación de la religión católica. También existían casos de pura violencia religiosa, en donde se atacó a nativos irlandeses que eran protestantes y donde también hubo colonizadores católicos que se unieron a la rebelión.

Masacres de Ulster[]

Se estima que perdieron la vida alrededor de unos 12.000 protestantes en total, la mayoría de frío o de enfermedad luego de haber sido expulsados de sus casas y abandonados en la profundidad del invierno. A lo largo del país, y durante toda la rebelión, se intensificaron los ataques hacia los colonizadores. Al comienzo consistían en apaleamientos y saqueos, lo que evolucionó hacia incendios de hogares y expulsión de colonos, y finalmente en asesinatos.

En noviembre de 1641, se produjo una escalada de violencia tras un asalto rebelde infructuoso a Lisnagarvey, después del cual los colonizadores mataron a cientos de insurgentes capturados. Después de la batalla, los colonizadores de Portadown fueron tomados en cautividad y asesinados en el puente del pueblo. En las cercanías de la parroquia de Kilmore, los irlandeses quemaron tanto a hombres como a mujeres y niños, hasta que murieron en las chozas en que los habían aprisionado.

Owen Roe O'Neill

El Comandante irlandés Owen Roe O'Neill.

Muchos colonos masacraron a los católicos cuando tuvieron oportunidad, particularmente en 1642-43, cuando un ejército Covenanter escocés arribó a Ulster. Entre los incidentes más prominentes se encontraba la matanza de prisioneros nativos en los bosques de Kilwarlin, cerca de Newry, y la posterior masacre de prisioneros católicos y civiles en la misma ciudad. El comandante Covenanter Duncan Campbell de Auchinbreck, alentó a sus soldados a matar a los católicos del clan MacDonald en la isla de Rathlin, parientes cercanos de su clan enemigo en las tierras escocesas, y arrojaron despiadadamente a sus mujeres por los acantilados; quienes murieron estrelladas contra las rocas. El número de víctimas de esta matanza se ha estimado entre 100 y 3.000.

En 1642 cuando Owen Roe O'Neill arribó a Ulster para ponerse al mando de las fuerzas católicas, logró controlar en cierta medida la matanza generalizada de civiles y ahorcó a varios protestantes que habían atacado a la población civil. Después de estos sucesos la guerra continuó siendo brutal, pero tanto O'Neill como el comandante escocés Robert Munro lucharon adoptando un código de conducta que habían aprendido siendo soldados profesionales en el continente europeo.

La Confederación Irlandesa[]

Desde 1641 hasta 1642 las escaramuzas las perpetraban pequeñas bandas locales que organizaban los Lords, o entre hombres de la población local que atacaban a civiles y a grupos religiosos de etnia opuesta. Al comienzo, muchos de los católicos de clase superior, renegaron unirse a la revuelta, especialmente la comunidad de los ingleses viejos, pero la mayoría de ellos terminaron uniéndose seis meses después. Actuaron así por tres razones.

La primera de ellas consistió en el reclutamiento de unidades armadas por parte de los lores y los terratenientes para controlar la violencia que se apoderaba del país, temiendo que una vez se hubiesen marchado los colonizadores se volviesen contra ellos también. En segundo lugar, el parlamento inglés que gobernaba en la isla constató que asumía la responsabilidad del enfrentamiento, y de las matanzas de colonos a los irlandeses católicos rebeldes y que los castigaría acorde al acta de los Aventureros. En tercer lugar, al comienzo parecía que los rebeldes conseguirían tener éxito después de vencer a las fuerzas gobernantes de Julianstown, pero cuando fallaron en tomar las cercanías de Drogheda, el sentimiento se desvaneció. Por entonces los lores ingleses que estaban asentados en la Empalizada ya se habían declarado ellos mismos en rebelión.

A principios de 1642 había cuatro concentraciones principales de fuerzas rebeldes:

  • En Ulster, bajo el mando de Phelim O'Neill.
  • En La Empalizada, bajo el mando del vizconde de Gormanston.
  • En el sureste, comandada por la familia Butler, particularmente Lord Mountgarret.
  • En el suroeste, dirigida por Donagh MacCarthy, vizconde de Muskerry.
    Bandera de la Confederación de Irlanda

    Bandera de la Confederación de Irlanda usada por Owen Roe O'Neill.

Los colonizadores reclutaron su propia milicia en las zonas en las que se habían concentrado: alrededor de Cork, de Dublín, de Carrickfergus, y de Derry; y consiguieron retener a las fuerzas rebeldes. Carlos I, inicialmente hostil hacia los insurgentes, envió un gran ejército a Dublín para sublevarlos. El parlamento escocés envío también un contingente armado a Ulster para defender a sus compatriotas. Sin embargo, el inicio de la guerra civil inglesa evitó una rápida derrota de los rebeldes irlandeses. Entre otras cosas, el parlamento inglés no confiaba en Carlos I como comandante del ejército que se había de enviar a Irlanda, temiendo que posteriormente lo utilizara contra ellos. Al comienzo de la guerra civil en Inglaterra, el gobierno inglés retiró milicias de la isla y declaró el estado militar en las zonas que controlaba.

Los nativos aprovecharon la ocasión para organizarse y crear la Confederación que consistiría en el esfuerzo guerrero de la población, la cual se instigó por el clero católico, y por magnates recién llegados como el vizconde Gormanstown y Lord Mountgarret. En el verano de 1642, la revuelta se convirtió en una guerra convencional entre los irlandeses que controlaban dos terceras partes del país, y por los enclaves británicos de Ulster, de Dublín, de los alrededores de Cork y de Munster.

Las Alianzas Internacionales[]

Las potencias europeas estaban bien enteradas de los conflictos internos en la Inglaterra, Escocia e Irlanda y los enemigos del rey Carlos I Estuardo eran numerosos. Las Provincias Unidas, Francia, Escandinavia y España tenían intereses sobre territorio inglés tanto en Europa como en América y las Guerras de los Tres Reinos eran una perfecta oportunidad para actuar sobre las islas británicas y romper la hegemonía británica en el mar. De esta manera, Cristián IV de Dinamarca convenció al monarca francés Luis XIV a pesar de la negación del Cardenal Mazarino para intervenir en Irlanda y pronto los Países Bajos se unieron al plan en busca de su propio beneficio. Esa alianza fue aprobada además por el Papa Inocencio X, quien apoyaba fuertemente a los confederados.

En 1644 se envió una carta al comandante irlandés Owen Roe O'Neill para que convenciese al Consejo Supremo de aceptar la ayuda franco-escandinava. Finalmente, a pesar de que muchos miembros del consejo buscaban el apoyo en la corona inglesa, la alianza se firmó en secreto, y durante los siguientes años se mantuvo en la clandestinidad hasta la llegada de Oliver Cromwell en 1649.

Reconquista de Irlanda por Cromwell[]

Causas[]

Aunque Cromwell y por ende los Parlamentarios ingleses podrían haber dejado a los irlandeses libres, no lo hicieron por varias razones:

  • Muchos parlamentarios deseaban castigar a los nativos por las masacres de colonos ingleses que se habían llevado en la Revolución Irlandesa desde 1641.
  • Además, en 1642 el Parlamento Largo había aprobado en 1642 el Acta de los Aventureros, que invitaba a miembros del público a invertir 200£ libras por las cuales recibirían a cambio de 4km² de tierras confiscadas a los rebeldes en Irlanda. El gobierno inglés preparó 10.000 km2 de tierra para este propósito.

Desembarco de los parlamentarios[]

Oliver Cromwell

Lord Protector de la Mancomunidad Británica Oliver Cromwell.

El único puesto fronterizo «Parlamentario» que quedaba en la isla estaba en Dublín, bajo el mando del coronel Michael Jones. Una fuerza militar de «Confederados» bajo el mando de James Butler, se asentó en Rathmines, al sur de Dublín, a modo de tomar la ciudad y privar a los «Parlamentarios» de un puerto en el que pudiesen desembarcar. Sin embargo, el 2 de agosto el coronel Jones ejecutó un ataque sorpresa a los «Confederados» haciendo que se retirasen. Cromwell consiguió desembarcar el 15 de agosto con 35 buques llenos de tropas y maquinaria de asedio. Henry Ireton, uno de los generales de Cromwell, desembarcó dos días después con setenta y siete nuevos buques.

Al desembarcar, el comandante procedió con la toma de los puertos de otras ciudades de la costa a efectos de asegurarse un eficiente aprovisionamiento de refuerzos y logística desde Inglaterra. La primera ciudad en caer fue Drogheda, en donde se había acuartelado un regimiento formado por 3,000 soldados Confederados comandados por Arthur Aston. Cuando los hombres de Cromwell tomaron por asalto la ciudad, la mayoría de la guarnición y de los sacerdotes católicos fueron masacrados por orden suya.

Intervención Francesa[]

Luis XIV de Francia

El Rey Luis XIV de Francia

En 1648 los irlandeses hicieron una llamada a los franceses que a pesar de encontrarse en guerra con España prepararon una fuerza de unos 10.000 hombres que fueron enviados desde Finisterre hacia Wexford; donde desembarcaron y se unieron a las fuerzas confederadas en el sur mientras en el norte, los restos del ejército de Cromwell, o sea, unos 5.000 hombres viajaban hacia Ulster para tomar  los restos de un ejército Convenanter que había desembarcado ahí en 1642. A los Parlamentarios se les unió un ejército de colonos británicos que estaban asentados alrededor de Derry, comandados por Carlos Coote.

Pronto el Nuevo Ejército Modelo viajó hacia el sur para asegurar los puertos de Wexford, Waterford y Duncannon. La sorpresa fue mayor cuando en el primer puerto se encontraron una inesperada comitiva franco-irlandesa que aplastó a los ingleses en una sangrienta batalla, evitando una retirada británica y apresando o ejecutando a todo soldado parlamentario.

Intervención escandinavo-neerlandesa[]

Tras la derrota de la fuerza de Cromwell en Wexford, éste se retiró de nuevo a Inglaterra, dejando al cargo en Irlanda a Henry Ireton. El nuevo general mantuvo buenas batallas contra la alianza católica, y en muchas de las ocasiones obligaba a retirarse de manera masiva a los franco-irlandeses; además de que con todas esas victorias, Cromwell mantenía el envío de grandes cantidades de tropas, para aplastar por completo al ejército enemigo, lo que significaría la victoria total en la guerra e incluso la recuperación de territorios en Francia, pero los Parlamentarios no se esperaban la entrada a la guerra de otras dos grandes potencias: Escandinavia y los Países Bajos.

Federico III de Escandinavia

Retrato del Rey Federico III de Escandinavia

Ambas entraron casi a la vez, durante 1650, y cada una de ellas actuó de una manera muy diferente. Escandinavia entró a la guerra tras ser llamada por Irlanda, que se veía demasiado presionada por las constantes ofensivas inglesas y necesitaba cierto apoyo contra sus rivales, de esta manera, Federico III de Escandinavia, recién llegado al trono preparó una ambiciosa ofensiva contra Gran Bretaña, saliendo desde el puerto de Bergen para desembarcar en la zona de Northumberland y aplastar rápidamente a los escoceses.

El plan se llevó a cabo el 4 de Mayo y los escandinavos, sin demasiados problemas para desembarcar ocuparon la región, y avanzaron hacia el norte, dirección Edimburgo para inhabilitar a los escoceses y presionar al Parlamento Escoces para apoyar a los irlandeses. El plan fue bien y aunque a las afueras de la ciudad un gran ejército Covenanter se opuso a los escandinavos, no pudieron resistir y la ciudad se rindió a las pocas semanas de comenzar el asedio, el 9 de Septiembre. El Parlamento Escoces, fue disuelto por Federico III de Escandinavia y buscó a diversos líderes políticos del país que estuviesen en contra de los ingleses para formar un nuevo Parlamento, lo que hizo que Escocia se declarase independiente en Noviembre de 1650 bajo el amparo de Escandinavia.

Paralelo a esto, los Países Bajos se invitaron a si mismos para entrar en la guerra, y es que tras ver a Francia y Escandinavia declarar la guerra a la Mancomunidad Británica, los neerlandeses prepararon su flota y declararon la guerra a los británicos, lanzando rápidamente una ofensiva naval junto a los franceses para limpiar el Mar Irlandés y en caso de ganar sobre la isla de Irlanda, dejar sin escapatoria a las tropas parlamentarias.

Derrota Inglesa[]

Durante 1651 se fue dando el principal punto de derrota inglesa, tanto en Europa como en América. En la isla de Irlanda, los Confederados y los franceses comenzaron a ganar en ciertas batallas puntuales, ya que los Parlamentarios de la isla se habían quedado sin una línea de suministros desde Gran Bretaña, y los aliados católicos acabaron ocupando Dublín en Diciembre de ese mismo año.

Guillermo II de Orange-Nassau

Guillermo II de Orange-Nassau, Príncipe de Orange y Estatúder de las Provincias Unidas.

En el frente escocés, el nuevo estado bajo el liderazgo de Carlos II, hijo de Carlos I de Inglaterra, recibía financiación de las arcas escandinavas, francesas e incluso españolas, lo que hizo que pronto se pudiese reclutar a un ejército leal al nuevo gobierno y se puso orden en el país. El ejército escandinavo, recuperado ya de la campaña sobre Escocia se preparó y en verano marchó hacia el sur, precisamente al fuerte de Mánchester, que les daría fácil control sobre la zona centro de Gran Bretaña. Los Parlamentarios intentaron ralentizar la marcha de Federico III, pero sus esfuerzos no fueron suficientes puesto que habían perdido demasiadas tropas en Irlanda y no contaban ni con toda la población de su parte, puesto que muchos de los habitantes aún apoyaban a la monarquía.

Los Países Bajos tuvieron mucha importancia, precisamente en América, donde mandaron rápidamente su flota para aplastar a los ingleses. Las colonias enemigas fueron ocupadas por soldados nativos de Nueva Francia y los Nuevos Países Bajos. Un caso especial fue el de Newfoundland, que se rindió sin la necesidad de una intervención militar. En las Antillas Menores, muchos corsarios contratados por Guillermo II de Orange-Nassau saquearon las islas inglesas y destruyeron los asentamientos, permitiendo a la población nativa recuperar el territorio (aunque posteriormente sería repartido entre los vencedores).

Tratado de Londres[]

Mapa de América tras la Paz de Londres

Mapa de América tras la Paz de Londres

El Tratado de Londres o Paz de Londres fue el documento firmado en 1652, por Oliver Cromwel, Lord Protector de la Mancomunidad Británica que no tenía la más mínima posibilidad de resistir ante las potencias enemigas y aunque la capital no estuviese ocupada, aceptó la rendición incondicional del país. Dejando que los enemigos decidiesen la paz e Inglaterra tuviese que aceptarla obligatoriamente. Ésto sorprendió a todos los países involucrados, que se reunieron en Ámsterdam para organizar un tratado de paz que beneficiase a todos y evitase la posible recuperación de Inglaterra de la guerra. Las condiciones de paz realizadas el 23 de Junio fueron las siguientes:

  • La Confederación de Irlanda será reconocido como un país independiente bajo la forma de gobierno de república.
  • Se romperá la Mancomunidad de Inglaterra y de esta manera se separarán Escocia e Inglaterra, quedando como países separados: Por una parte el Reino de Escocia, gobernado por Carlos II y por otra estará la República de Inglaterra, que gobernará Oliver Cromwell.
  • La República de Inglaterra se verá obligada a liberar Gales como un principado, gobernado por Jacobo Estuardo, hermano de Carlos II de Escocia.
  • La República de Inglaterra se verá obligada a entregar las Islas del Canal al Reino de Francia.
  • El Reino de Escocia se verá obligada a entregar las Islas Shetland al Reino Unido de Escandinavia.
  • Las colonias británicas del este de Norteamérica que hagan frontera con Nueva Francia serán entregadas a la misma, el resto de colonias de la costa pasarán a ser neerlandesas.
  • Newfoundland será entregado a Vinland.
  • En el Caribe las islas serán repartidas de la siguiente manera: Antigua y Barbuda pasarán a ser pertenencia de la Confederación de Irlanda; Santa Lucía pasará a ser una colonia francesa; Barbados será entregado a Escandinavia y San Vicente y las Granadinas para los Países Bajos.

Consecuencias[]

La Rebelión Irlandesa significó uno de los principales conflictos militares del S. XVII; y no por la gran movilización militar que hubo puesto que no fue demasiado amplia, sino por las consecuencias que trajo dicho levantamiento.

Mapa de las Islas Británicas

Mapa de los países formados en las Islas Británicas tras el Tratado de Londres.

Inglaterra desde hacía siglos siempre fue un reino muy poderoso y tras esta guerra, había perdido el estatus de potencia internacional, quedando amenazada por sus vecinos Escocia e Irlanda. También fue el momento de alzamiento de otras grandes potencias europeas; los Países Bajos ganaron enormes extensiones de territorio colonial que les permitió estar a un nivel equiparable al de Portugal.

Otra consecuencia de la guerra sobre las Islas Británicas fue la de que tanto Francia como Escandinavia se "repartieron" los reinos recién nacidos. Escocia mantuvo el Parlamento creado tras la conquista escandinava y ésto convirtió al reino en una especie de marioneta del Reino Unido; en el caso de Francia, Irlanda fue un estado casi vasallo ya que a pesar de su independencia se mantenía con miedo de un retorno inglés o escocés por lo que la isla buscó amparo en los franceses.

La guerra también provocó un importante daño demográfico ya que casi dos tercios de la población irlandesa murió en la contienda y miles de escoceses e ingleses siguieron el mismo camino.

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